La depresión es una enfermedad cada vez más común no solo entre los adultos, también entre niños y adolescentes. En cada etapa de la vida, niñez, pubertad, adolescencia o edad adulta, suelen presentarse unos síntomas de la depresión propios y requerir de uno o más especialistas. Las listas de espera en la Sanidad Pública son inasumibles para los enfermos moderados o graves, no pocos, por lo que es importante conocer cuáles son los mejores seguros online de salud.
Hablamos de una enfermedad a veces crónica y, cuando no, que precisa un tratamiento mínimo de 6 meses, donde es frecuente que haya recaídas. De síntomas emocionales pero también físicos, que a su vez pueden hacer necesaria la consulta con otros especialistas. Al final, el coste de un tratamiento privado y sin contar con seguros de salud o enfermedad limita el acceso al correcto tratamiento de la depresión a gran parte de la población.
Ser conscientes de la importancia de la salud mental es muy importante. En el caso de la depresión clínica, conocer los síntomas más habituales puede ayudar a pedir ayuda antes de que sea demasiado tarde. Pero, ¿cuáles son los síntomas de la depresión que no debemos pasar por alto?
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6 Síntomas de la Depresión
Vamos a centrarnos en el caso de los adultos y adolescentes, porque son pacientes capaces de darse cuenta de que algo les está sucediendo y solicitar una consulta con un psicólogo o psiquiatra por propia voluntad.
En el caso de los niños, la depresión puede ir acompañada de bajo rendimiento escolar, necesitando a veces la ayuda de logopedas y otros servicios incluidos en algunos de nuestros seguros personales.
Antes de pasar en los síntomas de la depresión más frecuentes, te aclaramos que no tienen por qué darse todos a la vez. Por ejemplo, existen depresiones encubiertas, a veces llamadas depresiones sonrientes, donde no hay merma de autoestima ni anhedonia. Y, al contrario, puedes presentar todos estos síntomas de la depresión y haber una causa orgánica que es la que causa estos y otros problemas, como puede ser una alteración en el funcionamiento de la glándula tiroides.
De modo que, si crees tener una depresión clínica, además de solicitar una consulta con un psicólogo, un psiquiatra o ambos, también debes pedir otra con un médico y una analítica completa.
1- Fatiga física y mental
La depresión puede comenzar a manifestarse con una fatiga física y mental extrañas y persistentes. Las personas que sufren astenia primaveral en grado importante pueden hacerse una idea, aunque en caso de depresión esa falta de eficacia y rendimiento es muy superior.
Desde el punto de vista mental, la fatiga que produce la depresión cursa con problemas para concentrarse y para recordar, siendo en los casos de depresión mayor un síntoma similar al que refieren algunos pacientes afectados por covid persistente: la neblina mental. Esa neblina es, en efecto, un síntoma de enfermedad psicoafectiva o neurológica, cuando no hay una causa orgánica a la que pueda achacarse.
Sobre la fatiga física, en el caso de la depresión puede pasar inadvertida si eres una persona muy activa. Paradójicamente, la práctica de deporte y el tener una agenda llena de actividades, entre las que se incluya algún hobby, ayuda a mejorar la fatiga física debida a la depresión. Es un cansancio similar al que notamos cuando tenemos una gripe fuerte, pero no llega al punto de, por ejemplo, hacernos caer al suelo (no cuando es solo depresión).
Aunque sea difícil de explicar con palabras, la fatiga física y mental que produce la depresión son muy características, lo que permite diferenciarlas de otras enfermedades como la fibromialgia y la miastenia gravis, siempre y cuando no se presenten simultáneamente (por ejemplo, depresión y fibromialgia juntas dificultan un diagnóstico certero inicial).
2- Sentimientos de culpa o inutilidad
Hasta hace un par de décadas este era, quizás, el síntoma más conocido de la depresión junto con las crisis de llanto, aunque ni uno ni otro se presentan siempre.
En ocasiones, el paciente deprimido siempre ha sido una persona un tanto apocada, por lo que no hay un cambio drástico, mientras que en otras, sencillamente, no se dan. En su lugar pueden aparecer pensamientos catastrofistas, uno de los síntomas de la ansiedad. Y es que, si no se pone solución con rapidez, la depresión suele ser la puerta de entrada y viceversa, hasta el punto de decirse que ambas enfermedades son primas hermanas.
En los pacientes que sí notan problemas en la autopercepción, destacan los sentimientos de culpa y los de inutilidad por encima de los problemas relacionados con cómo nos vemos en el espejo, a pesar de que puedes sufrir todos ellos. Los sentimientos de culpabilidad relacionados con la comida, claro síntoma de trastorno de la conducta alimentaria, son uno de los síntomas de depresión más frecuentes entre adolescentes.
¿Y dónde queda el pesimismo? Si entendemos como tal ver solo el lado negativo de las cosas, estamos más ante un mito que ante un síntoma real de depresión. Lo que sí es común entre los pacientes es referir pensamientos negativos con respecto al futuro del estilo “esto no tiene solución», que les hacen demorar en la solicitud de ayuda, mientras su problema de salud mental empeora sin una terapia adecuada.
3- Alteraciones del sueño
El insomnio es uno de los síntomas de la depresión presentes en casi todos los pacientes con depresión antes de recibir tratamiento. A veces sucede al revés, y el paciente presenta hipersomnia, es decir, necesita dormir muchas horas al día. En ambos casos el sueño no es reparador, lo que aumenta la fatiga física y mental mencionadas como primer síntoma de depresión.
Al mejorar la calidad de sueño, muchas veces con la ayuda de algunos fármacos, siempre prescritos bajo estricto control médico, se puede romper este círculo vicioso y comenzar el plan de ataque contra la depresión. Tener una sueño de calidad es vital, aunque al principio debamos dormir más horas de lo habitual como efecto secundario de algunos fármacos.En los casos que cursan con hipersomnia, en principio no se precisan de ansiolíticos o hipnóticos antes de acostarse para inducir el sueño, pero será el psiquiatra quien valore lo más conveniente para cada paciente en concreto.
4- Somatizaciones
Las somatizaciones son manifestaciones orgánicas de alteraciones en la mente o en los pensamientos. Si el corazón te late con mucha rapidez durante el día o cada vez que llevas un disgusto sufres de diarrea, estás somatizando.
En la depresión se suele somatizar mucho y con una intensidad tal que algunos pacientes reciben su diagnóstico tras varias consultas con otro especialista de la Medicina. Los más visitados antes de saber que el problema es una somatización, aclaramos que es 100% real, son los dermatólogos, los especialistas del aparato digestivo y los cardiólogos.
5- Cambios importantes e indeseados en el apetito o en el peso
Uno de los síntomas de la depresión, es que suele causar trastornos en la conducta alimentaria en adolescentes. A veces no hay anorexia o bulimia, sino una depresión arrastrada desde hace tiempo. En el caso de los adultos, por lo general se altera el apetito o el peso de forma drástica, pero sin que intervengan pensamientos sobre alimentos prohibidos, dentro de lo razonable.
O bien te mueres de hambre y no puedes parar de comer alimentos ricos en azúcares (poseen un efecto gratificante, pero causan adicción), o al contrario, todo lo que comes te sienta mal y acabas en la consulta de un médico digestivo. No eres tú quien desea comer más o menos, sino tu cuerpo, al que se le ha descontrolado el apetito.
En otros casos, los síntomas de la depresión clínica se detectan porque te alimentas como siempre, con más o menos esfuerzo por tu parte, pero comienzas a perder peso un mes tras otro sin causa aparente. No hablamos de bajar un par de kilos y ya está, sino de perder al menos un 10% de tu masa corporal sin pretenderlo. Si tienes una pérdida importante de peso, incluso aunque te venga bien, debes consultarlo con un médico para descartar una serie de enfermedades importantes. Cuando hayas hecho esto, si presentas varios de los otros síntomas de depresión clínica, debes pedir cita con un especialista.
No te agobies si la pérdida de peso sin motivo te hace ver peor, pues suele ser brusca. Lo normal es recuperar parte del peso al conseguir mejorar de la depresión, incluso todo si lo deseas y sigues una dieta adecuada (las hay para ganar peso, en efecto).
6- Pensamientos recurrentes sobre la muerte o intentos de suicidio
Este síntoma pone en alerta sobre la gravedad de una depresión. Es normal acordarse de seres queridos fallecidos y echarlos de menos, sobre todo si su pérdida es reciente. Lo que no es clínicamente normal es desear reunirse con ellos antes de tiempo.
El suicidio, en el caso de buena parte de los pacientes con depresión, se muestra como la única solución, la única vía de escape, y no es que exista un sentimiento auténtico de morir. El mayor problema con este tipo de pensamientos, que a veces llegan a materializarse con intensos de suicidio, es que muchos pacientes no confían tanto en su terapeuta como para confiarle algo tan delicado en una primera o segunda sesión.
En las dos últimas décadas hemos avanzado en el conocimiento de los síntomas de la depresión clínica y sus diversas formas de presentarse, aunque no hemos podido lograr reducir su incidencia entre la población. La depresión afecta cada vez a más jóvenes, que muchas veces no saben pedir ayuda a tiempo. El tratamiento de la depresión es de larga duración, y a veces crónico, por no decir costoso. Si alguien de tu familia sufre una depresión, contar con alguno de los mejores seguros os va a permitir acceder a todos los recursos y con la frecuencia necesaria.
Los seguros de salud de los centros de trabajo no cubren, en general, enfermedades como la depresión o la ansiedad, ambas muy relacionadas entre sí. Por tanto, no delegues la elección de un seguro de salud adaptado a tus necesidades y las de tu familia, en caso de tenerla y busca ya los mejores seguros online de salud para particulares. Puedes consultarlos cómodamente desde nuestro portal ya que sabes los síntomas de la depresión.